Los chakras, descritos como discos de energía, son posiciones clave en el cuerpo humano a lo largo de la columna, según el sistema hindú-brahmán. Originalmente, había siete chakras principales desde la base de la pelvis hasta la cabeza. Sin embargo, en 1781, una mutación evolutiva, alineada con el descubrimiento de Urano, transformó a los humanos de tener siete a nueve centros de energía. Actualmente, estamos en una transición hacia una nueva mutación energética.

El I Ching, conocido como el Libro de Mutaciones, consiste en 64 hexagramas que representan las fuerzas Yin y Yang a través de seis líneas. Este antiguo libro chino encapsula la interacción entre estas energías vitales, contando la historia del Cambio, y el desarrollo espiritual. Cada carta puede tener hasta 26 puertas activadas en un bodygraph, reflejando talentos naturales. Estas puertas pueden estar activadas tanto en el lado consciente (personalidad) como en el inconsciente (diseño). A menudo, el condicionamiento social limita su expresión completa, por lo que el proceso de decondicionamiento permite activar su verdadero potencial.

La Kabbalah, cuya traducción es "recibir", es una antigua tecnología espiritual humana de más de 4.000 años. Enseña cómo los principios energéticos nos conectan con lo divino y debe ser experimentada para realmente transformar vidas. Un principio central de la Kabbalah es que no hay coincidencias, todo tiene un propósito. Y nos guía a encontrar nuestro camino y propósito, viviendo con alegría y significado, e influyendo positivamente en el mundo. Al compartir nuestra luz, promovemos un paradigma global basado en el amor y la evolución espiritual del ser humano.

Al igual que la carta natal astrológica, el Diseño Humano utiliza la hora, fecha y lugar exacto de nacimiento para crear un mapa energético único de cada persona. En astrología, estas posiciones celestiales determinan aspectos de tu ser en la Tierra. Mientras que la astronomía estudia cuerpos celestes fuera de la atmósfera terrestre, la astrología interpreta cómo las posiciones de las estrellas y planetas influyen en los eventos en la Tierra, tanto a nivel colectivo como individual. El Diseño Humano combina estos principios para ofrecer un modelo energético de quién eres realmente, quién viniste a ser, y refleja tu Yo más elevado desde el nacimiento.

Los neutrinos son partículas subatómicas muy ligeras, que atraviesan la materia, incluida la humana, y que viajan a una velocidad cercana a la de la luz, lo que los hacía poco probables para contener materia. En nuestro sistema solar, el Sol, es la principal fuente de los neutrinos que viajan por nuestro sistema solar. La existencia de los neutrinos fue propuesta por Wolfgang Pauli en 1930 para explicar la pérdida de energía en ciertas reacciones nucleares. Sin embargo, los neutrinos no fueron detectados experimentalmente hasta 1956, en un experimento realizado por Clyde Cowan y Frederick Reines. La afirmación sobre los neutrinos en los años 90 se refiere a un avance en el entendimiento de su masa, lo que fue confirmado en 1998 por el experimento Super-Kamiokande en Japón. Este descubrimiento fue crucial, ya que originalmente se pensaba que los neutrinos eran partículas sin masa! En la ciencia, los neutrinos fueron propuestos en el siglo pasado, y luego fueron confirmados científicamente en experimentos en los ´90, cuando se demostró que tienen masa, (lo cual fue raro por lo rápido que viajan!) y esto fue un gran descubrimiento en la física contemporánea! En el Diseño Humano, los neutrinos se describen como portadores de “información cósmica” que afectan nuestras energías al nacer, teoría que aún no está respaldada por la comunidad científica. Sin embargo, Ra Uru Hu mencionó a los Neutrinos en su enseñanza del Diseño Humano desde 1987, antes de que se confirmara científicamente que los Neutrinos tienen masa en 1998.

Ra Uru Hu afirmaba que los Neutrinos influyen en el ser humano de maneras que aún no han sido verificadas por la ciencia, y hasta la fecha, la comunidad científica no ha encontrado evidencia de que estas partículas afecten el "campo energético" de las personas.

Aunque la ciencia ha confirmado la masa de los Neutrinos, y que viajan a velocidades similares a la de la luz, y que también los Neutrinos tienen distintos “sabores”, la ciencia no apoya (todavía!) la idea de que transporten "información energética”. Hoy en día, la ciencia moderna sigue estudiando los Neutrinos para entender mejor el universo, pero no han logrado aún demostrar científicamente, que tengan efectos espirituales o energéticos en las personas aquí en la tierra. Pero la ciencia ya también comprobó que los Neutrinos existen en tres tipos o "sabores" (electrónico, muónico y tauónico), lo que se relaciona a lo que (pre)dijo Ra Uru Hu en 1987.

El Diseño Humano establece un vínculo entre la genética y nuestro comportamiento psicológico y energético, revelando cómo ciertos aminoácidos en nuestro ADN están constantemente activos, moldeando nuestras percepciones y comportamientos. Esta conexión se basa en el I-Ching, un antiguo texto chino que presenta 64 combinaciones de polaridades o hexagramas, que se correlacionan con los 64 codones del ADN humano.

Investigadores como Martin Schönberger y Johnson Yan han profundizado en esta relación, explorando cómo los hexagramas del I-Ching activan "puertas" en el ser humano, asociadas a cualidades específicas. Estas puertas, según el Diseño Humano, son puntos de entrada a nuestra naturaleza genética y energética.

Richard Rudd, a través de su trabajo con las Gene Keys, ha ampliado esta perspectiva al investigar cómo estas 64 puertas y hexagramas reflejan no solo patrones genéticos, sino también potenciales de desarrollo espiritual y transformación personal. Esto vincula de manera más profunda el ADN con la conciencia humana, sugiriendo que nuestro código genético es un mapa no solo de nuestra biología, sino también de nuestro viaje evolutivo.